Que no te asusten, las canas, las arrugas, los ojos semi-abiertos y enrojecidos de mirada apagada, la piel reseca, la epidemia de manchas en mis manos y en mi cuerpo, las uñas rotas, los labios finos y quebrados que desaparecen junto con mi apetito sexual… Mi esencia sigue aquí esperándote con la misma hambre y sed de ese día en que me abandonaste. Tengo savia y clorofila aún en mis entrañas.
Pronto, muy pronto, estarás aquí, en mi lugar, esperando los besos del viento, como siempre, como cada mañana los mendigos esperan las migajas, y las flores, el polen extraviado sin destino. Tu juventud no será eterna.
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edwincolonpagan 
Ohhhh, Edwin. ¡Impecable! Hace un precioso dúo con “Inevitable”. Un abrazo, amigo.
Gracias querida amiga, abrazotes!!!
Una verdadera preciosidad donde aflora la esencia mas humana y desinteresada del Amor. Felicidades, un abrazo e infinitas gracias por compartirlo.
Agradecido caballero por sus palabras! Abrazos!
Una entrada preciosa, coincido con los dos comentarios anteriores. Enhorabuena.
Gracias por compartir.
Un abrazo y buen miércoles.
Mil gracias Javi-k por tus motivadores comentarios. 🙂
Bravo!
Thanks Betty, I love you my big sister!!! 🙂
¡Bien! Ya sabes que la juventud es una enfermedad que el tiempo cura…., jajaja. Un beso.
jajaja 🙂 !!!!
Cuanta delicadeza desprenden estas palabras… Una vez más me ha emocionado leerte, amigo Edwin. Gracias.
Gracias amiga escritora por tu lindo comentario. Abrazos!!
Como siempre el mago literario dejar lucir su don mágico literario, por encima de las chuletas como dice quien tu sabes que yo se que tu sabes.
Mil abrazos