Me tragué las palabras,
algunas dulces y otras amargas,
con la típica dificultad que lastima,
letra a letra
se deslizaron por la tráquea
No hubo comas ni acentos,
tampoco llanto
nadando entre la fermentación
de mis jugos gástricos
se disfrutaron el tour hasta el estómago
Y él las devoró dejando mi apetito destrozado
Ya en los intestinos,
no hay vuelta atrás,
el dolor,
el calambre,
la acidez,
agudizan su partida
y entre gases,
desterradas en soledad
me las repito:
“Solo Dios sabe lo mucho que te amo”.
Pintura de la excelente pintora Nicoletta Tomas Caravia
@”Solo Dios sabe lo mucho que te amo.” – excelente, Edwin… estoy realmente sin palabras…
un abrazo amistoso y una semana formidable! Mélanie
Un abrazo desde Puerto Rico amiga! 🙂